ponemos el foco en los sectores de la Salud y la Investigación, sectores obligados a cumplir con unos estándares mínimos de seguridad, pero que desde el primer momento observamos que cuentan con sistemas desfasados, poco eficientes y costosos, como el de las calzas de plástico en los accesos de control.
Por ello nuestra primera meta es conseguir que, en todo aquel lugar donde exista una barrera de control de calzado, ésta sea sustituida por nuestra tecnología, posibilitando gracias a ella, la posibilidad de crear barreras en aquellos otros lugares donde antes no era viable, o simplemente no era posible. Gracias a nuestra tecnología no solo evitamos la proliferación de microorganismos, sino que también ayudamos al medio ambiente eliminando la utilización de calzas, un producto con una media de uso de 15 minutos, pero que tarda siglos en desaparecer de nuestro planeta.